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ESPEJOS

Los espejos es la forma en que nombramos a la práctica de vinculación de las Prácticas Narrativas. Son los vasos comunicantes hacia afuera de las Comunidades de Aprendizaje del Agua, personas, proyectos y colectivos que nos vienen a inspirar, y que nos mantienen las antenas alertas a lo que está pasando en otros lados en términos del agua, de organización, de mujeres y todos los temas urgentes.

Hemos invitado personas de otros lados de Oaxaca, Querétaro, también de Pozo Ademado y de lugares cercanos que no habían venido. Cuando llegan personas de lejos les decimos espejos, les decimos así porque lo que nos platican de lo que está pasando en sus territorios, algo nos dice sobre lo que está pasando acá.

Nos inspiran, nos alimentan el entusiasmo, nos comparten los entendimientos de como nos pasan cosas similares y como le están haciendo allí de donde vienen.

BAJO TIERRA
CECILIA ROBLES

Es un proyecto que busca poner el saber académico y popular al servicio de la acción ecológica en favor de la vida en la ciudad de Querétaro, a través del arte para la transformación social. Somos una comunidad creativa de personas académicas, artistas y activistas trabajando de forma colaborativa para la conservación y defensa de nuestro territorio.

Nuestro trabajo se enfoca en generar capacidades locales para

· Reconocer críticamente el territorio en su geografía e historia.
· Dimensionar causa-efectos de la crisis climática y concebir alternativas frente a ella.
· Integrar capacidades para la exigencia de derechos, particularmente al agua, al medio ambiente sano, a la salud y a la ciudad.

CECILIA ROBLES BERNAL

Licenciada en Geografía Ambiental por la Universidad Autónoma de Querétaro, interesada en las representaciones cartográficas del territorio, ha colaborado como cartógrafa en proyectos relacionados con la incidencia delictiva y percepción de inseguridad que desarrolla el Observatorio Ciudadano de Seguridad del Municipio de Querétaro, así como en la elaboración de Programas y Ordenamientos Territoriales del Estado de Querétaro. Interesada en los procesos de cartografía digital como herramienta para la gestión y distribución justa del territorio, así como para el análisis de conflictos socioambientales.

ASÍ FUE LA COMPARTICIÓN DE CECILIA ROBLES

RESONANCIAS CON CECILIA

¿Queremos saber con la mirada de ustedes, cómo ven la CAA, ¿qué alcanzaron a ver de eso que nosotros estamos cultivando en estos encuentros? ¿Qué curiosidades tienen sobre lo que hacemos?

Lo que me asombra de esta dinámica es la audacia que todas y todos han tenido, no me atrevería a decir que solo ustedes, porque en realidad se ve que está construido entre todas las voluntades. Tanto la de la Comunidad de Aprendizaje del agua, como las de lucha, de todas las que están llevando a sus familias, las que les dicen a sus amigos que asisten. Por eso se ve que está construido a través de muchas voluntades. Una de las partes que me asombra, es la lógica del itinerario, cómo hacer cosas tan cotidianas, parte de esto, por ejemplo, la comida misma, el momento de comer y escuchar el aterrizar de ideas de todos, como aparecen nuevas ideas, de nuevos proyectos, de ver cómo pueden ir avanzando y cómo van haciendo una retrospectiva de todo lo que ya han realizado. Ese momento de la comida me parece muy padre, porque aparte, es algo que hacemos diario y aprovechar estos momentos de compartir y de compartir el alimento y la energía que nos da para seguir en este tipo de dinámicas. También reconocer lo que es alimentar a tantas personas, el ejercicio de formarse, de esperar, de disfrutarlo también, siempre habla de una buena organización. 

También me asombra la audacia de todos de encontrar nuevas maneras de seguirse asombrando junto con la gente, para seguir en estos procesos. Recuerdo mucho esa parte en que extendieron el códice y el guau de todos, fue como una vibración que va reconociendo otros proyectos de otras ciudades, de estos territorios que plantan esa semilla. Es decir, no solo es el asombro por lo que pasa aquí, ni solo se reconocen estos esfuerzos, y aunque tal vez no nos conozcamos las caras, podemos admirarnos en todos los territorios en su forma de compartir.  

Yo siento que es algo que le agradezco mucho a estos andares, el ir caminando en varios espacios para ir conociéndolos, eso sí te da una esperanza activa, así como dice en una de las Tarjetas de la Memoria que leí, eso es lo que nos puede sacar de este pozo de tristeza o de desesperación, la esperanza activa la entendí como, veo el problema pero no me quedo en la desesperación de no saber qué hacer, pues veo que la gente sí se está moviendo y sí tiene las ideas y la capacidad y la inteligencia. Compartir y asombrarnos juntas y juntos de estos otros ejercicios que se hacen en estos diferentes lugares, pueden mantener a la gente con la esperanza activa.  

Otra de las de las cosas que me asombra es la asistencia, un buen de asistencia bien interesada, con atención, disposición, con planes a futuro, preguntándose ¿qué sigue? me hizo evidente el esfuerzo que hacemos en el Museo. Allá en la ciudad, no capta tanta gente, es un poco desesperante porque estamos tratando de hacer varias cosas y siempre nos vemos los mismos, las mismas caras y el mismo diálogo, una que otra persona nueva se va sumando, pero todavía no encontramos la forma de que más gente se sume, o que más gente persista en la lucha. 

Cuando mirábamos las Tarjetas de la Memoria, escuchaba a una persona decir que reconocía su cisterna porque ella dibujo esa mano, decía que la había pintado por que tenía artritis y su mano representaba todas las manos que habían hecho la cisterna, otra persona decía que construir la cisterna la había ayudado con su club de nutrición, ya no tenía que gastar en garrafones. Escuchar esto me hace pensar en cómo se ha cimentado la responsabilidad en esta colectividad, veo que la construcción de las cisternas, la asistencia a estas CAA, las llena de orgullo y hablan de eso sintiéndolo suyo, reconociéndose como parte de eso, se escuchan empoderadas. Se siente como que se germinó algo que no sabemos hasta dónde está llegando, hasta lo íntimo de la cotidianidad de la vida de las personas, se siente que no es solo de ese momento, no es solo de ayer, no es solo de una fecha, se siente que penetra en la vida de las personas, se ve el empoderamiento de la banda. Creo que no hay mejor manera para que la gente siga, que decir: esto lo hice yo.  

Cuando vi la Tarjeta de la Memoria del señor Chava, me asombró muchísimo la parte a la que yo le llamo discurso. Pude atestiguar como la gente platica y se escuchan bien informadas, con un discurso bien penetrante y bien así: esto digo, y en esto creo y en esto me rijo.  

 

Yo personalmente creo que este tipo de movimientos tiene una cuestión bien espiritual, no he encontrado la manera de que no suene chairo, pero sí creo que es una cuestión de conectar lo que piensas, lo que dices y lo que sientes. Entonces leí la Tarjeta de la Memoria que hablaba de la conciencia, y según yo, no hay nada más espiritual que reconocerte como que tienes una conciencia dentro de ti, fue cuando leí la tarjeta que decía: hay que ser coherente con lo que decimos y con lo que escuchamos y con lo que hacemos, para no dejarnos llevar por las personas o diálogos o ideas o luchas, sin saber, sin informarte. Esta tarjeta proponía no ir como borrego, sino informarte, saber quién te lo dice, por qué te lo dice, qué puedes hacer, cuál es la verdad y tratarlo. Me dejó pensando sí, esto es la conciencia, esto nos hace seres conscientes, eso también me impresionó bastante.  

Algo que vi que les puedo compartir es algo que me impresionó, que no había mucha gente con celular, cuando estaban todos sentados, vi más libretas que celulares, dije, ay que precioso, órale. La neta, si me impresionó. Y sí hay celulares, se ocupan, pero se ve que la atención esta puesta en ese momento presente y lo mencionó un señor en el círculo de al final, estar en el presente, en lo que nos acontece y poniendo atención al ahora.  

Cuando nos encontramos con alguien se hace un cruce de caminos y algo pasa, hay insinuaciones, movimientos, inspiraciones, te nutre o te desvía del camino, o te fortalece o muchas más cosas que no podemos ver ¿Qué te mueve después de haber estado en esta CAA, después de este encuentro?

A mi personalmente bordar, el hacer con mis manos me deja en el no pensar, como que me quita un poco la atención del problema, me hace pensar que estoy haciendo algo, pero en realidad no. Para no frustrarme tanto, me dedico a la cartografía digital y compartir como en la experiencia de ayer.  

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Me quedo pensando en cómo la urgencia que tenemos encima en Querétaro, provocada por los intentos de privatización, las enfermedades, la contaminación de los humedales y otros temas, nos provoca generar discursos catastróficos y preocupantes, ahora pienso que no tienen que ser necesariamente así, ayer con la compartición sentí que me rebosaba el corazón, y siento que hay sentimientos que debería de plasmarlos para no olvidarlos, nos pueden servir para alentarnos en momentos críticos de lucha, entonces los bordados tienen más sentido ahora. 

Pensando más en colectivo, quiero ir a compartirles a la banda de Del Museo. Estar aquí me hizo caer en cuenta que no nos damos mucho este tiempo cálido, por lo mismo que estamos en la urgencia y atendiendo lo que está pasando, las demandas, que saquen a la banda de la cárcel y cosas tan fuertes, que no nos damos el tiempo. Consideramos nuestro proyecto como pandémico, nació en marzo cuando inició la pandemia y mucho de lo que hacemos es virtual. Quiero ir a compartir lo hermoso, lo chido, lo fortificante, lo alentador que es estar así, en corporalidad y proponerlo para el equipo, ponerlo sobre nuestra mesa. 

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CHIWIK
EMILIA, VICTORINA, ISABEL Y EL PEQUEÑO ARMANDO

Nosotras somos Chiwik, una cooperativa de feminismo comunitario enfocada a la creación de una línea de ropa artesanal sostenible.

Nacemos como continuación de la revolución de nuestras antecesoras artesanas para no pasar toda la vida cosificadas. Retomando, como punto de partida la narrativa de nuestras abuelas, quienes nos compartieron las historias de sus luchas, construimos entre todas un camino hacia nuevas posibilidades libres de patrones que lastiman. Aquella sabiduría adquirida al pasar de los años vive en nosotras para reivindicar a nuestras ancestras, quienes no tuvieron la fortuna de ser escuchadas. Nuestra lucha no le pertenece solo al presente, es un anhelo compartido por nuestras antecesoras, las que nos encontramos hoy aquí, y las generaciones que están por venir.

Desde marzo del 2017 Chiwik tiene como horizonte el empoderamiento de las mujeres a través de reconocernos como poseedoras de sabiduría ancestral, dignificar nuestra autonomía por medio de la autosuficiencia económica, e integrar a los hombres dentro de esta nueva dinámica, donde se desdibujan las ataduras de los roles de género para mantener la estructura familiar.

Hoy nos encontramos con nuevas integrantes dentro del colectivo, somos mujeres de distintos contextos unidas por un buen corazón, y las intenciones de trabajar por un bienestar compartido. Nos animamos a ser parte de nuevas posibilidades de mirar la vida, cuestionarnos el por qué de esta realidad, y bordar entre todas un mundo sin fronteras. Seguimos caminando hacia nuestro horizonte junto con esas grandes maestras que ya no están, las nuevas amistades que vamos encontrando por la vereda, y los sueños que compartimos más allá del tiempo.

Unas palabras desde Emilia Flores

Mi nombre es Emilia Flores Martínez, nací el 17 de junio de 1988. Soy artesana del municipio de Hueyapan, de la Sierra Norte del estado de Puebla, conocido como “cuna y sierra del chal bordado”, lugar donde se gesta, nace y se enraíza la colectiva de artesanas Chiwik. Mi primera formación se cimienta en la sabiduría macehual por mujeres artesanas, campesinas y costureras, principalmente en la sabiduría de mi madre Lorenza Flores Martínez y mi abuela Rafaela Martínez Luna, quienes me enseñaron el oficio desde niña. A mis 15 años formé parte de la cooperativa de artesanas Tajmachichihual, en la cual se concentran grupos de artesanas independientes para formarse, aprender y fortalecer los procesos productivos de una manera completamente tradicional y a mano. Este pequeño caminar de existencia fue paralelo a mi formación académica desde la primaria hasta el bachillerato.

ASÍ FUE LA COMPARTICIÓN DE CHIWIK

EL CLUB
Amparo Sepúlveda, Beatriz Alonso, Mónica Castillo, Judith Jiménez, nos faltó Gabriela, pero aquí esta su trabajo.

“El Club” existe desde 2017 y está conformado por un grupo de mujeres que vivimos en los municipios de San Pablo Etla y Pueblo Nuevo, cerca de la ciudad de Oaxaca de Juárez. Amparo es empleada de Telecom, Beatriz tiene una tienda de regalos, Gabriela es correctora de estilo, Judit maestra de costura y Mónica es artista visual. El objetivo de estar juntas es ver qué podemos ser y crear conjuntamente. Aunque hemos tomado cursos de herbolaria y huerto, básicamente bordamos sobre temas que nos importan.

Trabajamos con base a un acuerdo que elaboramos entre nosotras, abogados de ley autoral y Héctor Meneses del Museo Textil de Oaxaca. En este acuerdo se asienta la forma con la que queremos distribuir los capitales materiales y simbólicos de lo que producimos. También, cómo fijamos los precios de las piezas y qué se hace con el dinero de las ventas.

La iniciativa fue de Mónica y también gran parte de los trabajos han sido propuestos por ella, pero hemos sondeado todas las opciones de cómo colaborar: modificar quién propone la idea, quién propone las formas y quién las realiza.

Factor relevante es que el trabajo es pagado. En algunos años Mónica ha prestado el dinero y en otros, trabajamos con una beca del Sistema Nacional de Creadores de Arte.

Aunque el trabajo no estará expuesto en espacios de arte, el capital simbólico está recayendo en Mónica por ser artista y tener una carrera previa. Por eso el siguiente reto que tenemos como colectivo es crear capital simbólico en los contextos donde operan Amparo, Beatriz, Gabriela y Judit.

ASÍ FUE LA COMPARTICIÓN DE EL CLUB

RESONANCIAS CON EL CLUB

¿Queremos saber con la mirada de ustedes, cómo ven la CAA, ¿qué alcanzaron a ver de eso que nosotros estamos cultivando en estos encuentros? ¿Qué curiosidades tienen sobre lo que hacemos?

Pues yo vi una locura muy sana, la verdad, la vi cuando intentaron poner una presentación, no se podía y se pusieron las pilas, todos se movieron, como que destaparon el hormiguero, pero cuando no se pudo, pudieron soltar.  

Combinar la iglesia, no para rezar ni para arrepentirse, sino para hacer conciencia de lo que estamos viviendo. A lo mejor los niños desde chiquitos ya tienen noción ahorita, por lo que vi, de cómo nos están orientando. Que siguieran el ejemplo del padre, porque veo que no es padre, ¡es a toda madre! 

A mí me sorprendió mucho el interés, el interés que mostraban todos los que estaban ahí. A veces vemos a la comunidad, y vemos muchas caras de aburrimiento o de desinterés. Aquí yo los veía a todos muy atentos, muy interesados, comprometidos con la causa, las mujeres más, también a los hombres, pero siento que la preocupación más fuerte es de quien está en casa, quien le toca batallar con la falta del agua. Pudimos ver esta fuerza o este compromiso, en cada expresión. En cada grupito que armamos, cada una daba su punto y en el último grupo estaban enjundiosas dando sus partes cuando extendió el libro Mauricio, como un imán, todos nos acercamos, pero ellas estaban muy muy interesadas por las observaciones de los ciclos, ávidas de conocer y de compartir, estuvimos en esa mesa de cierre donde esta compañera sacó su mirada poética. 

Me quedé bien admirada, como que hubiera salido el payasito de la caja sorpresa, así, se abalanzaron en varias ocasiones, una cuando el cuadernillo de registros, otra, cuando ya le dijimos, pasen a ver los dechados, parece que todos tuvieron un resortito, en cada persona había eso, la admiración, la sorpresa. Otro momento fueron las ofrendas del inicio, para mí fue la primera vez, así que desde que entras como quienes están pidiendo por tu sanación, fueron estos 3 momentos que me explotaron entre toda la felicidad y sorpresa que tenía yo. 

Me sorprendió lo aguerridas que están. A mí me sorprendió el cura, es uno de ellos, no como líder o guía, es como cualquier otro, es uno de ellos. 

Se puede ver como se alimentan la una a la otra en cuestión de no dejarse caer, se podía ver entre ellas recordarse lo que han hecho y platicar de lo que van a hacer, lo puedo contrastar cuando veo que la gente va con poco interés, por aquí le va a entrar y por aquí le va a salir.  Se ve que están haciendo la unidad, están haciendo, tú puedes, él vamos a seguir, inyectando mucho ánimo.  

Vi cómo le daban prioridad, no importaba si les cuestionaban los esposos o los hijos, el para qué iban, dejaban lo que tenían que hacer para otro rato. Vi con toditas con las que platiqué, ese énfasis en que seguimos adelante, he conocido otras personas que no estaban tan fuertes como están ellas. Que no solo venían a hablar de Dios, pero sí traían esa base de fe en Dios. 

En cuestión organización no es echar flores, pero se me hizo tan bonito y tan colaborativo, se siente que están bien organizados. 

Algo que parece que engarza este entusiasmo con el compromiso y a los diferentes grupos, al padre con todo, es la urgencia, una urgencia compartida. Esto es algo que me afecta poque veo como esta urgencia da claridad a la mirada y a la acción, percibo simpleza y me parece muy conmovedora. Me tomo varias pequeñas pláticas entender quiénes eran estas personas, para quien era este encuentro, me costó trabajo entender quiénes eran realmente todas las personas que estaban ahí. De la organización de ustedes, puedo decir que siempre se me hace sorpresivo, percibo nitidez, veo relevo, las veo afectivas, aprecio lo festivo que se logra, es emocionante. Y que creo que es algo bien necesario para una colectividad eso de tener esta festividad en el evento cada tanto.  

Me llama la atención la manera en que pareciera que se sustituye un poquito la misa, parece que el padre lo permite, se aprecia un desplazamiento del grupo con el padre. Yo nunca uso la palabra comunidad, porque me parece una cosa muy compleja, pero cuando veo algo así, digo, ah, sí, pues así está hecha una comunidad, con la gente que hace algo, con las instancias que organizan, que se desplazan un poquito y se integran, con gente que no sabes ni qué, pero ahí están. Es ese estar ahí a pesar del cargo y de tu que hacer para algo en conjunto. Me parece muy impresionante como una vez más, la simpleza de prácticas narrativas, lo certero, lo aceptado y lo elegante que siempre acaba siendo memorable. La simpleza la fui encontrando en acciones como cuando se fue llamando al grupo con un ritmo de palmadas, un solo ritmo donde estuvimos sentadas contigo, de repente creo que una de las cosas que más me imanta de las prácticas narrativas que de repente de la nada, un grupo que se arma en 2 minutos y después de 2 o 3 frases ya se creó cierta intimidad, a mí eso me parece muy sorprendente. Me llamó mucho la atención porque en una de esas corrí por algo, por un suéter o algo así, y me regresé porque de repente dije Ay, qué curiosidad, quiero ver qué es esto, entonces me dije, es que aquí es donde tengo que estar, porque aquí ya se creó intimidad con esta gente, Y eso con prácticas narrativas es impresionante como se puede hacer tan rápido, a veces con una sola pregunta. 

Quiero agregar que posiblemente lo que puedo entender como comunidad es que no es homogénea y que estos rituales sobrepuestos son en donde realmente podríamos ver que hay una comunidad, porque es como, entre un rito prehispánico y entre la religión y entre prácticas narrativas, entre los bordados y entre el códice y el mapa, como todas estas diferentes estratificaciones pudieran permitir hacer una comunidad momentánea, temporal. 

Otra cosa que pudimos ver es que las personas están bien informadas. Esto lo pude ver cuando la geógrafa hizo su participación, en el sentido de que si voy a pelear por algo, pues mínimamente, tenemos que saber qué cosa estoy peleando, tengo que saber, tengo que tener el conocimiento de lo que estoy peleando. Tener bien definido, qué cosa es el problema, es una capa muy importante.  

En la feria de documentaciones vimos muchísima información. Me di cuenta de cuánto trabajo presentan, que se supone que se dan su tiempo, pero me faltaría no sé cuántas horas más para poder agarrar cada tarjeta y verla detenidamente. Te puedo platicar de una donde las mujeres estaban haciendo sus dibujos de cisternas, me quedaron preguntas, por ejemplo ¿Cómo se coordinaron: el para qué y el cómo? Porque yo dije, ¿pues cómo? No me quedo solo con el resultado también quiero saber del proceso y sí, vagamente leía yo, pero sí me quedé muy corta en leer con detalle como para estudiar lo que leo. Todo se veía muy presentable, pero me quedé exhausta de tanta información, y luego pensar que tengo que armar mi rompecabezas ahora en mi cabeza. 

De lo que había en el material, te puedo compartir que a mí se me hizo muy conocido. En el sentido de que lo que están haciendo ellos y ellas, yo lo tengo en casa, mi papá también es campesino y también hizo terrazas, lo que ellos llaman bordos de contención, mi papá hace sus terrazas para captar el agua cuando llueve y luego dirigirla hacia un depósito para luego trasladarla a la casa. Mi casa se llena con esa agua y no usa la llave de la red de agua potable. Veo que ellos tienen lo mismo, pero con otro nombre. Y entonces veía el material y cuando pregunté que era una acequia, rapidito me llevaron con don Chava para que me explicara.  

Cuando nos encontramos con alguien se hace un cruce de caminos y algo pasa, hay insinuaciones, movimientos, inspiraciones, te nutre o te desvía del camino, o te fortalece o muchas más cosas que no podemos ver ¿Qué te mueve después de haber estado en esta CAA, después de este encuentro?

Una de las señoras se nos acercó con un morralito lleno de frijolito negro, nos dijo: quiero que se lo lleve y se lo repartan entre ustedes. Entonces dentro de mi mente pensé, creo que le vamos a regresar su bolsita, y adentro un bordado.  Aaah pero es que se siente muy, muy bonito, es muy gratificante recibir un regalo así. 

A mí me mueve lo que dijimos cuando hicimos la pieza de “doritos”, pues ya vimos lo malo del dorito, y ahora lo que va a hacer, es evitar comer tanto, no lo quitamos de la noche a la mañana. A mí se me siembra eso de decir, ¿Qué tanto estás cuidando el Agua? ¿Qué tanto estás siendo solidaria? ¿Qué tanto estás siendo humilde para con los demás? Porque aquí se compartió humildad, amistad y de todo. Quiero que todo esto que estamos platicando y que vivimos ayer no me vaya a entrar y me vaya a salir, sino que se me quede. 

A mí me hizo ver más profunda la herida, se puede decir así porque la quería superficial. Sí, si no hay agua y sequías, pero cuando llueve, ya nos mandan agua y ya. Cuando hay sequía, pues no nos mandan agua. Veo que aquí ya están más afectados y me dije, nosotras allá, ya vamos para eso. Movimientos como este hacen falta en Oaxaca. Yo no me he enterado de ningún movimiento en la colonia o en Oaxaca que haga lo que ellos hacen y que defiendan el agua, por que fuera el carro de la basura sí, pero nada por el agua. Allá también sufrimos del agua. Llega una vez a la semana y unas 3 horas si acaso, y quien tiene cisterna llenará y quien no, no puede almacenar. Ver más profunda la herida me hace voltear a ver dónde está el movimiento del agua en Oaxaca, haya también vivimos estos problemas quizá también ya hay gente juntándose para atender ese tema. Hay redes nacionales, se junta la gente de todos los estados, de todas las luchas. Lo que es seguro es que no se empieza de cero.  

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Yo quería regresar a esa sensación de pesca, cacería, trampa que percibí en la feria de documentaciones, en como las diferentes formas de presentar la documentación puede atraer a la gente, entonces podría ser también una seducción para pasar de un lugar a otro. Lo relaciono con un dato que dijeron las señoras en la mesa donde platicaban de las cisternas y de cómo las hicieron con sus manos, decían que, de lo que llueve, se usa un 30% nada más, eso quiere decir que hay 70% de esperanza por captar y usar.  Para mí fue entender de una vez, así bien asentado decir, ¡claro! que son las señoras en un pueblo alejado, las que están dando la esperanza de ese 70%, haciendo cisternas con sus manos. Es este vínculo que de repente articulaba todo entre la municipalidad y la tierra. Puedo ver que aquí se está concretando, como que es un puente que de repente puedo recorrer con detenimiento y me parece ominosamente hermoso.  

ALGUNOS OTROS ANCESTROS
MAURICIO DE LA PUENTE

Una cultura milenaria, nómadas del agua, cultivando biodiversidad dió origen a las plantas y animales que ahora producimos, a la astronomía, la geometría y la hidráulica. Otra cultura, sedentarios del fuego, se asentó sobre sus obras y borró su memoria.

Ahora que el agua vuelve a ser un asunto de vida o muerte, quizá sea valioso recordar la primera.

Si bien es interesante por si mismo adentrarse en cómo se desarrolló la diversidad de alimentos a partir de sus orígenes silvestres, sin alfabeto, calendario, rueda o moneda, creemos que recrearlo genera aprendizajes relevantes para la transición a sistemas de vida basados en biodiversidad, particularmente cuando la opción de un lenguaje en común no es factible por razones lingüísticas, históricas o políticas. 

 

El propósito de algunos otros ancestros es facilitar la recreación y puesta en práctica de las formas prelingüísticas de hacer memoria, redes, infraestructura y ritmos de cuidados para reconstruir una relación con la naturaleza basada en en el cultivo de biodiversidad.

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ASÍ FUE LA COMPARTICIÓN DE MAURICIO

RESONANCIAS CON MAURICIO

¿Queremos saber con la mirada de ustedes, cómo ven la CAA, ¿qué alcanzaron a ver de eso que nosotros estamos cultivando en estos encuentros? ¿Qué curiosidades tienen sobre lo que hacemos?

Desde mi formación profesional, cuando pienso en grupos, me imagino llegar y verlos separados, preguntándome ¿Dónde está la persona saboteadora? ya llego con esa mirada que localiza donde está la fuente de conflicto. Aquí lo primero que observé es no están guardando distancia, no están los grupitos. De lo primero que me sorprendió es ver el olivo, y de ahí salió el perro negro y, nel güey, no pasas, el Chispis. Ponerle atención al perro me hizo ver el trato, conocer el clima acá, según cómo se llevan con el Chispis, se ve un asunto de respeto y de cariño, se ve que se conocen, se llevan, no se ven saboteadores, se siente una bendición, se siente una relajación luego, luego en el tema laboral, que está fluyendo bien bonito.  

Del altar, senti como un portal a un espacio diferente. En el momento de ir con los ojos tapados para probar lo que tenian preparado, me llamó muchísimo la atención el cuidado al primer escalón. Estás tocando a alguien que no conoces, percibí muchos niveles de confianza, la voz de cuidado con el escalón, avisarte que va a haber un escalón va despertando la confianza.  

La confianza en las mesas también era muy evidente, de. No lo platican como una propuesta, más bien, se está comunicando algo que se está haciendo: estamos haciendo esto. Hay orgullo, no nos estamos juntando a ver si nos dan, está nuestra mirada ahí puesta.  

Me hubiera gustado que cantara el 3 veces la canción, como para aprendérsela y cantar junto con ellas. Para la próxima tendremos fotocopias para todas. 

 

Se sentía mucha presencia. La manera en que se vieron los dechados, la manera de acercarse y verlos, yo más bien estaba viendo sus rostros, en la presentación de Bajo Tierras la atención que estaban poniendo, sí se ve toda una práctica de atención y de paciencia, no sentí impaciencia en ningún momento, nadie desesperado, los tiempos fluyeron. Reconozco lo difícil que es llevar un grupo tan grande cuando se ven muchos procesos al mismo tiempo, y nunca se sintió una energía de frustración que luego brota y se empieza a propagar y que dices, ¿Ahora que hacemos? Aquí se sintió un ritmo muy amable, podría decir que orgánico. Quiza las primeras hayan sido diferentes o complicadas.  

 

El hecho de que ya se hayan hecho las cisternas, se ve que hay un trabajo hecho y que ha generado un beneficio, por eso no hay una duda ahí de qué estamos haciendo acá, quizá hay otras preguntas, el reto es enorme, pero que ya haya resultados, es bien tangible la cosa, tienes agua, eso no podría ser más claro. 

Cuando nos encontramos con alguien se hace un cruce de caminos y algo pasa, hay insinuaciones, movimientos, inspiraciones, te nutre o te desvía del camino, o te fortalece o muchas más cosas que no podemos ver ¿Qué te mueve después de haber estado en esta CAA, después de este encuentro?

A mi me llega algo súper pragmático, para hacer en las cisternas un registro como de estación meteorológica, ir colectando datos con relato. Hay una joyita si cada cisterna fuese una estación meteorológica, como una red de medición, las historias se cuentan de la tierra para allá, narrado por sujetos reales que los estan viviendo, luego echarle la máxima traducción para tener la información necesaria para tomar decisiones hidráulicas, por ejemplo.  

Las estaciones meteorológicas dan números, poquitos datos, las cisternas como estaciones meteorologías podrían registrar la diversidad de patrones de lluvias y tener datos más ricos que una estación. Animales que tomaron agua de ahí, plantas que regaste o no, agua que compartiste, todas las redes que tejió esa cisterna. 

Algo que a mí siempre me ha llamado la atención, son los ríos. La forma ancestral cuenta desde la boca del río en el mar hacia los ancestros y siempre acabas en el rio de nubes, de abajo para arriba. Vivimos el rio desde cierta parte, la genealogía de estos ríos en el territorio de los abuelos. 

Se puede ver un discurso que le sirve a la industria, al capital, a la empresa, cuando los ve de arriba para abajo, donde echar nuestros residuos, por eso es que siempre es hacia abajo, ¿A dónde va? A donde no lo vea y donde no sea nuestra responsabilidad.  

Pero la responsabilidad es con nuestros abuelos, con el origen, con el manantial, con la nube. 

Estamos muy contentas con las cisternas, pero ahí está Don Chava preguntando ¿Cómo se va a llenar? ¿tambien se están ocupando de lo que se necesita para que llueva? Ahí siempre está cuestionándonos. 

Lo que veo en relación a mi trabajo es que estar aquí me permitio ver por contraste que si se puede, tengo mucho prejuicio por haber pasado mucho tiempo en reuniones bronca, donde decir, que no se maten y que no me maten, con eso salió chido, ya traigo una ansiedad de origen que me hace pensar en que la asamblea no es para hacer acuerdos, es para resolución de conflictos. Entonces, cuando tienes una experiencia donde ves que todo estuvo amable, donde nadie le saltó a nadie, no hay accidentes, me hace pensar que sí se puede, para mi es bajarle muchas rayitas a mi ansiedad. Veo que sí hay una manera de trabajar con grupos grandes, de comunidades distintas. Que tienen un problema bien serio, pero estamos desde un lugar más más propositivo, más creativo.  

COOPERATIVA
VERDE ESPERANZA

Verde Esperanza es una gran cooperativa de producción, cuyo gran valor es que los productores no son empleados si no socios propietarios.

Nuestros productores son un grupo de personas dedicadas al campo y a sus hogares, las cuales emprenden y tienen la iniciativa de producir y elaborar productos naturales, sin pesticidas, contaminantes ni conservadores, ellos auto consumen y ponen a la venta sus productos para una mejor calidad de vida y un sustento digno a sus familias.

Lo que hace especial a nuestra cooperativa es la unión de todos los productores, el apoyo, amor y compromiso que cada uno imprime al realizar su proceso para la elaboración y venta de sus productos.

ASÍ FUE LA COMPARTICIÓN DE VERDE ESPERANZA

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